Observaba callendo la tarde serena, que provocaba salir a caminar, las sombras de la noche opaca la llanura verde y suave de las montañas.
El trinar de los pajaros en su nidal anunciando la oscura penumbra de la oscuridad se acerca.
El silbar del viento moviendo cada hoja de aquel árbol, en el que nos dimos nuestro primer beso en el cual nos juramos amarnos toda la vida, y cada hoja que cae con su bambolear al viento tiene escrito tu nombre.
El sonar del rió como serenata a mis oídos, el recuerdo del pasado que no volverá, solo seguirán vivos en mis recuerdos.
El amor y la felicidad resumidos en una sola palabra, mi yugo y mi fortaleza, mi fuerza y mi debilidad.
El escudo de un amor sucumbe en mi mente, cual ola del mar trayendo su melancólico sonar.
