Tengo celos de la lluvia que cae, del roció que marchita tu delicada belleza, que bajo el estruendo del tumultuoso rio, haga que yo pierda la cabeza por tu amor.
Tengo celos de la mirada del extraño sobre ti, que te desnuda sin razón alguna, de la muchedumbre a tu alrededor, pues no saben que tu eres solo para mí.
Tengo celos de la mar, que acaricia con su brisa tu rostro, cual ladrón robándose tus lagrimas, como perlas que brillan en la oscuridad.
Tengo celos del aire que respiras, porque sintiendo tu aliento mi corazón se acelera sin parar.
Tengo celos de la mirada de un niño, porque marchita tu sonrisa, la flor que con sus colores quiere opacarte, tengo celos de todo lo que te rodea porque no estoy contigo.